ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA

Jesús el Mesías,
el que sostiene las siete estrellas en su diestra,
el que anda en medio de los sietes candelabros de oro,
el primero y el postrero,
el que estuvo muerto y volvió a vivir,
el que tiene la espada aguda de dos filos,
el que tiene sus ojos como llama de fuego
y sus pies semejante al bronce bruñido,
el que tiene el Espíritu del Señor:
Espíritu de Sabiduría e Inteligencia,
Espíritu de Consejo y Poder,
Espíritu de Conocimiento y de Temor de Dios,
y las siete estrellas,
el Santo, el Verdadero,
el que tiene la llave de David,
el que abre y ninguno cerrará,
el que cierra y ninguno abre,
el Amén, el Testigo fiel y verdadero,
el Príncipe de la creación de Dios,
¡te anhelo con todo mi corazón!
Intuyo en lo profundo de mi corazón ansias por ti.
Descubro en el corazón de mi espíritu pasión por ti:
Una pasión sobrenatural,
un ardor espiritual por tu presencia.

Jesucristo,
río de agua viva resplandeciente como el cristal,
que fluye del trono de Dios y del cordero;
raíz y linaje de David,
Estrella Resplandeciente de la mañana,
Árbol de la vida,
cicatriza con tus hojas todas las heridas de mi espíritu,
cura con tus hojas todas las heridas de mi alma,
sana con tus hojas todas las heridas de mi cuerpo.
Oh Árbol de la vida,
tú sacias mi anhelo por ti con tus doce frutos diferentes;
le das a mi alma un fruto diferente cada mes,
durante todo el año.

Alfa y Omega,
el Primero y el Postrero,
el Principio y el Fin,
mi vida en ti no conoce ya maldición,
mi espíritu en ti no conoce ya la noche,
mi espíritu en ti no tiene necesidad de luz de lámpara
ni de luz de sol,
porque tú, Señor, resplandeces sobre él.
¡Tu gracia sea con todos!

JUAN DE LOS RIOS

Amén amiga, excelente escrito, Dios te bendiga por enriquecer este espacio.[b][i]